Una enfermedad grave, nuestra o de un ser querido, una situación económica o laboral, un problema de pareja o de relación... determinadas dificultades hacen complicado el día a día y generan mucho malestar, en nosotros y en las personas quenos rodean. Pedir ayuda a un profesional puede ayudar a activar los recursos de los que disponemos para hacer frente a esas situaciones. Puede ayudar a disminuir el sufrimiento, a ver la luz al final del tunel
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